domingo, 24 de abril de 2011

EE.UU. manipula caso de médicos cubanos desertores


Por M. H. Lagarde

Según El Nuevo Herald:

"Decenas de médicos cubanos alentados a desertar a Estados Unidos se enfrentan ahora con demoras en la obtención de residencia y ciudadanía, ya que en la isla cuando eran jóvenes pertenecieron al Partido Comunista o a organizaciones afili
adas como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), según varios abogados de inmigración y activistas que defienden los derechos de los inmigrantes en el sur de la Florida.
Las demoras son un problema inesperado para algunos de los médicos que tenían la esperanza de ser recibidos con los brazos abiertos bajo un programa aprobado por la administración Bush en el 2006 como una forma de socavar la “diplomacia médica” de Cuba, en virtud de la cual miles de médicos son enviados a trabajar en el extranjero".

No hace mucho un reporte de AP daba cuentas de que a los "médicos cubanos que desertaron de misiones en el exterior se han encontrado con una contradicción frustrante en la medicina estadounidense: se les permite entrar en el país porque son médicos, pero no se les permite ejercer porque Cuba se niega a enviar o certificar su desempeño académico".
¿Pero serán estas las verdaderas razones de la manipulación que el gobierno de Estados Unidos ha hecho con el caso de los médicos desertores?
La llamada "diplomacia médica" cubana que tanto molesta a ciertos grupos de la extrema derecha en Estados Unidos ha ayudado a salvar cientos de miles de vidas en más de 70 países del tercer mundo. El ejemplo más reciente fue la labor realizada por las brigadas médicas cubanas al enfrentar la epidemia de cólera en Haiti, misión que mereció, hace pocos días, el reconocimiento del expresidente norteamericano William Clinton.
¿Para qué Estados Unidos alienta a desertar a los médicos cubanos? ¿Para que ayuden a resolver los enormes problemas de salud que enfrenta ese país, donde más de 40 millones de personas carecen de seguro médico?
Nada de eso.
La deserción de los médicos cubanos solo sirve de contenido a las campañas mediáticas orquestadas desde Estados Unidos contra Cuba. Un cable de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, hecho público durante el destape de Wikileaks, revela la intención de la diplomacia estadounidense de desprestigiar, usando todos los métodos posibles, uno de los grandes logros de la Revolución cubana, la salud pública.
La situación de los médicos cubanos en Miami que no han podido obtener su residencia, según también apunta El Nuevo Herald, sale a la luz en momentos en que se debaten en la Florida proyectos de ley que aumentarían los controles a inmigrantes indocumentados.
Pero esto es algo que no debe preocupar mucho a los cubanos utilizados como carne de periódico si se tiene en cuenta las prefrencias que les otorga la Ley de Ajuste Cubano, otra ley migratoria que alienta la deserción de los residentes en la Isla, no para salvar a nadie de los "horrores" del comunismo, sino para tratar de demostrar, en titulares pregonados a los cuatro vientos, la ineficiencia del sistema.
Después de sus 15 minutos de fama en los medios, la inmensa mayoria de los desertores, incluidos los médicos, suelen ser relegados al olvido.

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